Por Ramón Rubio Donoso, rector del CFT Estatal de la Región de Los Ríos.
El acceso a la educación superior es reconocido transversalmente como un factor que
reduce de manera importante y duradera la desigualdad de oportunidades en la sociedad,
a su vez, para Aguirre y Matta (2022), cuando las tasas de éxito de los programas son
mayores, como ocurre con las carreras relacionas con Tecnología, Administración,
Comercio y Educación, podrían generar una mayor movilidad social.
Si consideramos la oferta formativa descentralizada que generan los CFT’s Estatales,
presentes mayoritariamente en comunas con reducida o nula oferta formativa y que las
carreras ofrecidas son en un 75% de las áreas referidas por Aguirre y Matta como las que
producen mayor movilidad social, podríamos afirmar que la política pública creada el año
2016 efectivamente contribuye al desarrollo social de las regiones.
Si tomamos en cuenta que el acceso y la empleabilidad son los indicadores más gráficos
de una formación que genera oportunidades y promueve el desarrollo territorial, al
“descomponer la ecuación” nos encontraremos con el “peso” del financiamiento estudiantil
y su efecto tanto en el acceso como en la permanencia de jóvenes y trabajadores que
buscan acceder a un título de educación superior. Datos de Acción Educar del año 2019
hablan de una retención de primer año de 15 puntos porcentuales mayor en aquellos
estudiantes que poseen beneficios estudiantiles, de quienes no cuentan con
financiamiento estatal.
La gratuidad ha sido un mecanismo que ha favorecido significativamente el acceso de
muchas personas a un título universitario o técnico profesional. Si relacionamos este
beneficio estudiantil con el origen geográfico, observamos que en comunas como
Panguipulli, Paillaco o La Unión en la Región de Los Ríos, el 100% de los beneficiados
con gratuidad que estudian en estas comunas son estudiantes del CFT estatal de la
región.
La realidad experimentada en la región de Los Ríos se repite mayoritariamente en las
restantes 14 regiones donde está presente la red de CFT’s Estatales, que de acuerdo con
los datos del Consejo Nacional de Educación poseen en conjunto una participación de
más de un 75% de gratuidad en el total de sus matriculados, vale decir 8 de cada 10
estudiantes de los CFT’s estatales estudian gratis.
Por lo tanto, es posible afirmar que gracias a los Centros de Formación Técnica Estatales
de Chile, jóvenes y trabajadores están cambiando su realidad y pueden aspirar a una
movilidad social efectiva y descentralizada que, articulada con mecanismos de
financiamiento como la gratuidad, se transforman en poderosas herramientas que
equilibran justicia social, productividad y desarrollo territorial.