2021 AÑO EN QUE COMIENZA LA NUEVA EDUCACIÓN
Por Ramón Rubio Donoso, Rector CFT Estatal de Los Ríos.
La Pandemia del Coronavirus puso a prueba al sistema educativo en el mundo, obligando a las instituciones y a los educadores a buscar soluciones “fuera de la caja”. Estas nuevas formas de educar surgieron de diferentes realidades y van desde clases online, hasta la implementación de simuladores virtuales, kit para el desarrollo de talleres prácticos en el hogar, entrega de material impreso u otras innovadoras formas de enseñar.
El año 2021 lo iniciamos mucho mejor preparados y con un aprendizaje muy importante, que van más allá de los nuevos métodos y tecnologías, el gran aprendizaje que el sistema educativo debe capitalizar es el valor de la flexibilidad. Gracias a las exigencias de la pandemia, hemos podido transformarnos en instituciones donde todo es posible si ello agrega valor al estudiante y contribuye al desarrollo de sus habilidades y competencias.
En este nuevo escenario post pandemia (no por que ya finalizara la crisis sanitaria, sino que porque ya aprendimos las lecciones de ella), los educadores, los estudiantes y sus familias, debemos aceptar que las clases ya no volverán a ser iguales, los grupos cursos de 40 o 50 estudiantes por sala probablemente no volverán, las clases 100% presenciales tampoco, las metodologías centradas en el profesor irán desapareciendo, los libros físicos serán cada vez menos y en los hogares comenzarán a ver a estudiantes haciendo tareas sin cuaderno, hacer experimentos o realizar labores que son propias de la formación por competencias.
Otro aprendizaje importante que nos dejó la experiencia “Covid”, fue que los perfiles de ingreso de los estudiantes son tan disímiles como el número de estudiantes que existen en un grupo, por lo que no es posible asumir homogeneidad en nada. No es posible pensar que tod@s tienen internet, no es posible pensar que tod@s tendrán un espacio adecuado en sus hogares para “conectarse”, no es posible asumir que todos comprenderán los textos y lecturas complementarias, sólo es posible asumir que cada caso es un caso y debemos crear las capacidades internas para atenderlas en sus singularidades.
A quienes están ad portas de iniciar sus carreras en el año 2021, sólo puedo transmitirles que no serán perjudicados, sino que por el contrario, serán la primera generación de estudiantes que estará experimentando la nueva forma de educar, aquella que dejará atrás los paradigmas de educación de siglo XIX, todavía presentes, hasta antes que irrumpiera el SARS-CoV-2. A quien la historia reconocerá como el virus que logró los que muchos años de investigación y evidencia no han podido: transformar la educación en un sistema formativo flexible, orientado al estudiante y enfocado en desarrollar competencias. ¡Animo!